Celebrando la gran región nororiental del país, este proyecto ha tenido energía desde su concepción. Ubicado en un estado sumamente rico en cultura y con manifestaciones artísticas de los más diversos orígenes y etnias, la arquitectura de este conjunto busca contemplar toda esta fuerza antropológica. A través de contrastes entre la suavidad de las líneas rectas y la organicidad de las exuberantes curvas que traducen el mestizaje y las diferencias de este pueblo vibrante, la arquitectura dialoga toda esta alegría con una sofisticación única.
El conjunto cuenta con un gran centro comercial, además de un gran condominio comercial para la región donde se ubica, que tiene una clara demanda para estos usos. Como principales señas de identidad del proyecto, se puede destacar el abundante uso de materiales translúcidos que permiten la permeabilidad de la luz natural, tornando más armoniosa la transitividad de los ambientes y más acogedores los espacios internos; y sus fachadas que, en una volumetría contemporánea, rinden homenaje a esta fortuna antropológica con serigrafías de los personajes inmortalizados por los artistas Pierre Verget y Jorge Amado.
Otro gran diferencial es la preocupación por los espacios externos de uso colectivo, que tienen la misma riqueza de detalles y articulan todo el emprendimiento.
