Uno de los mayores centros comerciales de toda la región Nordeste, con una circulación mensual de personas equivalente a casi toda la población de Recife, el centro comercial es una referencia comercial para todo el país. Por esta razón, se planeó un proyecto integral de expansión y revitalización para continuar con este camino exitoso.
El proyecto tuvo como premisa básica valorizar los atributos de la edificación existente y, principalmente, el rico contexto de la ciudad de Recife con su carácter excepcional, además de los 400 años de la ciudad. Sus barreras de arenisca formando los arrecifes y muros centenarios fueron interpretados gráficamente por texturas blancas aplicadas a los muros, frentes y pilares del centro comercial, reforzando la idea de conjunto.
La fuerza del clasicismo de los edificios conservados y el lenguaje neobarroco de la ciudad también están presentes en el proyecto, formando un contexto clásico-contemporáneo tan vigoroso como el inconsciente colectivo de los pernambucanos.