La ciudad americana que es el escenario de este proyecto tiene una intensa relación con el paisaje. Situada en la costa, con hermosas playas y un verano glamuroso, su población tiene un estilo de vida de salud, naturaleza y bienestar en general. Con esta convicción, el proyecto de esta torre residencial contempla esta alegre vivacidad en un edificio singular. La estrategia adoptada fue un giro en la parte más alta de la volumetría tradicional de la torre. Mediante esta actuación se produce una ampliación de las vistas en las plantas inferiores y un aumento de los balcones de las plantas superiores.
El proyecto cuenta con amplios balcones y cómodas dependencias especialmente diseñadas para el máximo confort de los usuarios. Dos núcleos de desplazamiento vertical se colocan en el interior del edificio para permitir una planta flexible, lo que permite la unificación de las unidades tanto en vertical como en horizontal, además de proporcionar un acceso privado. El sótano del edificio está dedicado a las comodidades para satisfacer este estilo de vida mencionado. Las piscinas ubicadas estratégicamente en las partes este y oeste del sitio amplían el contacto con el paisaje y capturan lo mejor de la luz natural.