Este Centro Comercial regional, que consta de aproximadamente 270 tiendas, es parte de un desarrollo de uso mixto, que completará el complejo con edificios comerciales. Ubicado en una cantera en desuso, el edificio se adaptó a un terreno escarpado, acomodando la mayor parte de la sección más plana, reduciendo así la intervención en el terreno natural y dando como resultado la sostenibilidad económico-ambiental. La porción ubicada en la parte trasera de la propiedad contiene un gran estacionamiento para la primera fase, donde se planea la expansión del centro comercial.
Con una fuerte relación con el paisaje de inserción, con enormes costas rocosas de la antigua cantera, el proyecto aprovecha esta naturalidad con tonos tierra y materiales con texturas naturales. El pasillo de la tienda tiene una inflexión central para romper la monotonía longitudinal. En esta inflexión y en los extremos del edificio, los lucernarios iluminan el interior del centro comercial con luz natural y brindan una hermosa perspectiva del paisaje externo.
Cabe destacar la planta baja con los restaurantes hacia el exterior, explorando las amplias vistas de la ciudad, dentro del concepto de lifestyle. El objetivo fue poner en valor a todos los inquilinos, brindando a los consumidores una experiencia agradable y segura, haciendo que la integración de todos los espacios sea lo más simple y directa posible.